domingo, 3 de febrero de 2019

Cádiz: Chipiona

Chipiona, un pueblo costero que agradable y hospitalario.

Desayunar en el bar La Cantina, junto a la plaza de abastos. Aquí pedimos el café, y a dos metros en el puesto de Churros La Plaza nos darán elo demás. También podemos tomar tostadas de lomo de manteca.

Después nos adentramos en la plazuela, para ver los diferentes puestos de alimentación, especialmente los de pescados. Saliendo por la puerta central del mercado está la calle Isaac Peral, ideal para pasear. Y podemos parar en Bar Franchi para tomar pescado frito. Abierto desde 1960, su éxito se entiende al probar una ración de puntillitas.

Visitar el castillo. Está en un lugar maravilloso: junto a un barranco en el que rompen con fuerza las olas del mar.

Las raíces pesqueras de Chipiona se ven reflejadas en el paisaje junto al castillo: los corrales de pesca, una serie de estructuras artificiales de piedra ostionera que funcionan con las mareas. Esta técnica milenaria hace que cuando la marea sube, los peces entren en los corrales, y cuando baja, quedan atrapados en ellos. Es entonces cuando los pescadores actúan con sus redes. Contemplarlos en bajamar es un auténtico espectáculo.

Otro restaurante donde comer bien es Los Corrales: almejas al vino blanco, cualquier pescado a la brasa e inmejorables vistas.

El faro de Chipiona, con sus 69 metros, es el más alto de España, el tercero de Europa y el quinto del mundo. Construido en 1867 para indicar la entrada al Guadalquivir, las vistas desde arriba son hermosas. Para contemplarlas hay que solicitar la visita en la oficina de turismo y subir los empinados 322 escalones.

Las playas de Chipiona son inmensas.

Para rematar la visita, el imponente Santuario de Nuestra Señora de Regla, emblema absoluto de Chipiona que contempla a los bañistas desde su posición junto al paseo marítimo. Visitar el claustro gótico-mudéjar del interior.

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