Ingredientes:
200ml. de nata fresca densa
El mismo volumen que de nata, de azúcar blanca
Harina, unos 400gr o la que admita (tiene que hacerse una pasta uniforme que no se pegue a las manos y se pueda extender)
Necesitaremos un poco más de harina para amasar
Una cucharita de bicarbonato
3 yemas de huevo
1 clara de huevo para barnizar
Mezclar la nata y el azúcar hasta que esté bien unido pero no muy enérgicamente para que no se haga mantequilla.
Una vez mezclado añadir las yemas de huevo y el bicarbonato y volver a mezclar.
Finalmente, ir añadiendo harina hasta que no se adhiera a las manos. Aunque esté un poco pegajosa, no importa.
Amasando ya con las manos añadiremos la harina que pida la masa (sin pasarse).
Poner la masa sobre papel encerado de repostería y con el rodillo crear una superficie uniforme de 0,5mm de grosor aprox. e ir cortando con un molde o un vasito. Retirar el sobrante y volver a empezar hasta que nos quedemos sin masa.
Con las claras del huevo que no hemos usado, batir y barnizar las galletas para que se doren.
Hornear durante entre 15 y 20 minutos en un horno precalentado entre 190º y 200º o hasta que estén doradas.
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